Cuando el pasado mes de abril la sonda israelí ‘Beresheet’ se estrelló sobre la superficie de la Luna, todo apuntaba que la historia de la primera excursión privada al satélite terrestre había acabado allí. Con un estridente fracaso que ponía un punto final a una misión hasta entonces exitosa. Pero ahora, tras cuatro meses del precipitado fin de la misión, uno de los responsables del proyecto ha desvelado un inesperado ‘plot twist’ de esta fallida odisea espacial: el accidente podría haber liberado miles de osos de agua sobre el suelo lunar, uno de los seres más resistentes del planeta abandonado en un lugar que no reúne las condiciones para la vida.
Por ahora no hay pruebas de que estos microscópicos animales acuáticos hayan sobrevivido al naufragio de la misión. Pero, según ha declarado Nova Spivack a la revista ‘Wired’, tampoco habría dudas. Los tardígrados son prácticamente indestructibles. Años de experimentos han demostrado que estas extrañas criaturas son capaces de sobrevivir al acecho de las condiciones más extremas. Sin comida ni agua durante décadas. En el vacío del espacio. Expuestos a la radiación ultravioleta del cosmos. Bajo temperaturas límite. Incluso se especula que sobrevivirían a la muerte del Sol. En ese caso, ¿por qué dudar de la supervivencia de estos extraordinarios seres en la Luna? El debate sobre la vida o muerte de estos animales en un inhóspito cuerpo celeste divide ahora a los expertos.
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