La ciencia está cuestionándose las etiquetas con las que se define el sexo biológico. Las categorías estándar de ‘hombres’ y ‘mujeres’ podrían no reflejar la diversidad sexual que encontramos en la naturaleza del ser humano. Hasta ahora, habíamos entendido como hombre a aquel que ha nacido con cromosomas XY, altos niveles de testosterona, pene, testículos, hombros anchos y abundante vello. Por otro lado, definíamos como mujer a aquella que ha nacido con cromosomas XX, estrógenos, vagina, ovarios, caderas anchas y escaso vello. Esta historia, sin embargo, podría ser mucho más complicada que esto.
Las estadísticas hablan claro. Según datos recogidos por la Intersex Society of North America y publicados en la revista American Journal of Human Biology, la condición de ‘intersex’, aquellos que no encajan completamente en las categorías de hombre o mujer, es menos rara de lo que creeríamos. Uno de cada 66 individuos nace con un defecto congénito que afecta a su producción hormonal (hiperplasia suprarrenal de inicio tardío). Uno de cada 6.000 presenta un trastorno del desarrollo de útero y vagina (agenesia vaginal). Uno de cada 2.000 nacen con la abertura de la uretra en la parte inferior del pene (hipospadias). A grandes rasgos, se calcula que uno de cada 100 personas cuenta con algún trastorno del desarrollo sexual (DSD). Entre todos estos, se calcula que entre uno y dos de cada 1.000 pasan por cirugía para ‘normalizar’ el aspecto de sus genitales de acuerdo al género que se les ha asignado al nacer.
Deja una respuesta