La memoria, ese proceso por el cual el cerebro puede almacenar información sobre experiencias de nuestra vida, funciona de una manera fascinante. Sí, a todos nos ocurre lo mismo. Un par de notas son suficientes para que logremos acordarnos a la perfección de las canciones de nuestra infancia pero cuando llega el momento de recordar qué cenamos anoche nos quedamos en blanco. Y es que nuestra manera de codificar, almacenar y recuperar la información depende de factores como la edad, el contexto e incluso las emociones relacionadas con la experiencia.
Deja una respuesta