Estrellas más antiguas

En un rincón remoto del oeste de Australia, una antena de radiofrecuencia no mucho más grande que un refrigerador podría cambiar lo que sabemos sobre los orígenes del Universo. Se trata de EDGES, un experimento diseñado para detectar las primeras señales de radiación del fondo cósmico. Es decir, los primeros parpadeos del Universo tras la explosión primigenia del Big Bang. El objetivo de esta antena era reducir el ruido de fondo que nos llega desde el cosmos hasta conseguir captar una señal, por débil que fuera, de su más temprana etapa. Para los investigadores era como intentar escuchar el aleteo de un colibrí en medio de un huracán.

Ahora, tras 12 años de recogida de datos, un artículo publicado en ‘Nature’ anuncia que el experimento por fin ha logrado su misión: detectar las primeras señales de hidrógeno del Universo primordial. Estas primeras muestras de lo que ocurrió en el origen de todo se sitúan unos 180 millones de años después del Big Bang, en el momento exacto en que las estrellas empezaron a brillar en un Universo anteriormente inundado por la oscuridad. Se calcula que el Universo tiene entre 13.761 y 13.835 millones de años, por lo que estas primeras señales se produjeron muy poco después de su formación.

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