La biodiversidad del planeta está amenazada. Las primeras señales de alerta se hicieron visibles con la desaparición de animales y vegetales del mapa terrestre. Especies que durante siglos habían poblado la Tierra pero que con la llegada del hombre se habían visto marginadas, amenazadas y extintas. Pero más allá de estas pérdidas más visibles, la amenaza a la biodiversidad alcanza al mundo microscópico. Y es por ello que ahora un equipo internacional de investigadores hace un llamamiento para crear un «Arca de Noé de microorganismos» en la que conservar aquellos elementos esenciales para la salud humana.
La iniciativa, hecha pública este jueves en la revista ‘Science‘, reclama la creación de una «bóveda microbiana global» en la que almacenar muestras de todos los gérmenes beneficiosos para las poblaciones humanas que actualmente se puedan ver amenazados por las circunstancias externas. Una iniciativa que, por el momento, cuenta con el respaldo de investigadores como María Gloria Domínguez-Bello (Universidad de Rutgers-New Brunswick), Rob Knight (Universidad de California-San Diego), Jack A. Gilbert (Universidad de Chicago) y Martin J. Blaser (Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York).
«Nos estamos enfrentando a una creciente crisis de salud global que requiere que capturemos y preservemos la diversidad microbiana humana mientras aún existe», explica María Gloria Domínguez-Bello, impulsora de esta nueva iniciativa e investigadora del departamento de Bioquímica-Microbiología y Antropología de la Rutgers-New Brunswick University. «Estos microbios evolucionaron conjuntamente con los seres humanos durante cientos de milenios. Nos ayudan a digerir alimentos, fortalecen nuestro sistema inmunológico y nos protegen contra los gérmenes invasores. Pero en apenas un puñado de generaciones hemos podido observar una pérdida asombrosa de diversidad microbiana que puede verse reflejada, por ejemplo, con el aumento de trastornos inmunes», añade la investigadora.